Rubén Sánchez más conocido como Araubi, es uno de los gamers más avezados del mundo MSX y un youtuber con una prolífica experiencia. Seguro que alguna vez has echado mano de uno de sus walkthroughs, o simplemente has querido disfrutar de su gentil y profesional narrativa para conocer juegos que escaparon a tus conocimientos. Además, es miembro del grupo de preservación del formato TSX, y ha publicado recientemente un interesantísimo libro sobre nuestro querido sistema.

MOAI-TECH: ¿Quién es Rubén Sánchez?

Rubén Sánchez: Un coruñés cuya afición por los videojuegos, especialmente los de MSX, ha hecho que llegue a aparecer en esta revista.

¿Cómo empezó tu amor por los videojuegos?

De muy niño, cuando salía con mis padres y mientras ellos estaban sentados en el bar tomando algo, yo me quedaba embobado mirando el arcade de turno, observando al jugador de turno o la demostración, si no había nadie ocupando la máquina. Al poco, lo que solía ocurrir era que le pidiera a mi padre una moneda de cinco duros de forma insistente, muy insistente.

Mi madre todavía recuerda que me ponía muy nervioso cuando jugaba en esas máquinas, y movía el mando y botoneaba como si estuviera poseído. Así es como recuerdo mis primeras partidas al Rally-X, que creo que fue el primer arcade al que pude jugar (aunque pasados tantos años y siendo yo tan pequeño, lo más seguro es que esté equivocado).

A veces no era en el bar donde veía la recreativa, sino que iba al salón recreativo más cercano (sala de máquinas, como le hemos llamado siempre aquí), y allí iba mirando máquina tras máquina y maravillándome con cada juego nuevo que encontraba. Imagínate ahora a un niño de 7 u 8 años yendo sin sus padres a un sitio de estos... o a cualquier sitio, impensable hoy en día.

En cuanto a los videojuegos en casa, comenzó cuando mi tío llevó a su casa una de las típicas máquinas clónicas de Pong. Alguien tuvo que prestársela, porque sólo la vi durante una o dos semanas, tiempo más que suficiente para probar todas sus opciones: frontón, tenis, fútbol... Lo que venía a ser el Pong una y otra vez con pequeñas variaciones, que si una paleta contra un muro, dos paletas, cuatro, una pequeña portería, etc.

Después, tuve la suerte de que, en mi colegio en 1987, impartieron clases extraescolares de informática. En el aula había nueve Philips VG-8020 con monitores de fósforo verde, y un décimo ordenador blanco que diría que era un Sony, pero no estoy seguro, y con monitor de fósforo naranja. Los primeros días nos peleábamos por el ordenador blanco, por la diferencia del monitor, pero era probarlo una vez y no querer volver a tocarlo.

Aquellas clases, en las que aprendí MSX Basic, fueron la excusa perfecta para pedirles a mis padres un ordenador, y el 28 de diciembre de 1987 recibí mi MSX, un Sony HB-20P. La fecha, el día de los santos inocentes, es debido a que esas navidades pasamos unos días en casa de mis abuelos, en el pueblo, y fue al volver cuando encontré la caja del MSX debajo del árbol.

Evidentemente, con la llegada del MSX se disparó mi amor por los videojuegos, al tener un contacto más directo con ellos. Aunque no dejé de darles el coñazo a mis padres pidiéndoles más monedas de cinco duros para seguir jugando en los recreativos.

En tu zona de residencia, ¿cuáles eran los micros predominantes?

De largo, el MSX y el Amstrad CPC eran los predominantes. Era curioso, pero solo conocí a uno con Spectrum y a otro con Commodore 64. Eso sí, con el de Spectrum intenté intercambiar juegos para ver si cargaban, “como son iguales...”.

Como todos sabemos, en la inmensa mayoría de ocasiones la decisión de qué ordenador te compraban dependía más del vendedor de la tienda que de nuestra propia voluntad. Yo mismo no recuerdo si pedí un MSX por mis clases de informática, o si simplemente pedí “un ordenador”, ya que por entonces eran mis primeros contactos con la informática, y no creo que tuviese mucha conciencia ni siquiera de que había varios modelos de ordenadores. Por eso, ese “extraño” reparto de ordenadores en mi zona (extraño para mucha gente que piensa que lo que ocurría en su barrio era lo que ocurría en todo el país). Esto se debía a que por un lado aquí teníamos una cadena de tiendas de electrodomésticos llamada San Luis. Estas tiendas diría que vendían exclusivamente MSX, por ser de marca Sony, Philips, etc. En sus escaparates era muy habitual ver vídeos de juegos de Konami. Recuerdo ver allí el Konami’s Boxing y pensar “quiero ese juego”, porque me gustaba el boxeo.

Por otro lado, cuando llegó a A Coruña El Corte Inglés, fue un gran impacto, y en su sección de informática, a la que yo iba asiduamente para ver las novedades, el ordenador que más se promocionaba era el Amstrad CPC. Los dependientes te intentaban vender un CPC a la mínima, y hasta es curioso cómo por aquí llegaron bastantes Schneider, la marca alemana que hacía CPCs. Por lo visto se vendieron bastantes al menos en las tiendas de Santiago y A Coruña.

¿Qué revistas comprabas en la época?

Micromanía, desde el número 6 de la 2ª época la compré sin falta, hasta llegar al número 100 de la 3ª época. Alguna vez compré también la MSX Club o la Megajoystick, pero no me acababa de gustar ni la maquetación ni los artículos sobre videojuegos.

Sí, es evidente que en la Micromanía de la 2ª época la presencia del MSX era testimonial (en la 1ª época había siempre al menos dos o tres juegos cada número), pero por encima de mi gusto por los videojuegos de MSX está mi gusto por los videojuegos en general. Me gustaba más cómo escribían en la Micromanía. Había redactores realmente válidos, y me encantaba descubrir juegos nuevos para el ordenador que fuese, aunque supiese que nunca podría jugarlos porque no se publicaban para mi MSX. Además, muchas veces los artículos de juegos para Spectrum valían para los de MSX ¿no? Claro, también hay que tener en cuenta que yo el Spectrum solo pude verlo en funcionamiento una sola vez durante su época comercial, y fue para probar el Rocky y el Rambo a tope, por lo que no podía comparar, y hasta muchos años después no descubrí que en MSX los juegos iban más lentos cuando se portaban directamente desde Spectrum.

Cuando murió el MSX comercialmente, ¿qué hiciste?

Alargarle la vida, ya que después del MSX lo que tuve fue un PC, un Pentium 75 que me compraron en 1995. Hasta entonces, pues estuve rejugando lo que ya tenía, y en el instituto al conocer gente nueva, si surgía la conversación y descubría que la persona había tenido un MSX (algo muy habitual en mi ciudad), aprovechaba para pedirle algún juego.

A principios de los 90 la inmensa mayoría tenía ya el MSX metido en un cajón, por lo que te prestaban un juego y muchas veces ni se acordaban que lo tenías. Casi que se estaban librando de esas cintas que les ocupaban espacio en su cuarto. En varias ocasiones me acabaron diciendo que me quedase con esos juegos. Si llega a ser ahora, seguro que me piden como 50 euros por cada uno.

¿Dejaste el MSX en algún momento?

Sí, después de que me comprasen el PC lo fui dejando paulatinamente, y no lo recuperé hasta que descubrí que existían los emuladores. Aunque realmente primero conocí el emulador de Spectrum, después el MAME, el Callus, el Raine... y tardé bastante en encontrar un emulador de MSX. Eran los inconvenientes de no tener internet y de que te llegase todo esto casi de rebote. Además, se puede decir que estaba aislado. Nadie que conociese se interesaba ya por esas máquinas. Únicamente mi amigo Edgar, con el que alguna vez hicimos alguna sesión nostálgica volviendo a enchufar su viejo MSX, que también era un HB-20P. Pero acabó regalándome su MSX, sus juegos y su Bit-Corder. Lo que no sabe es que ese Bit-Corder sigue a día de hoy dando caña y ha sido una pieza imprescindible para poder rescatar algunos juegos que no estaban preservados.

No solamente nadie de mi entorno se interesaba ya por los 8 bits, es que ni siquiera tenía información de que hubiese fanzines y que se celebrasen reuniones de usuarios. Descubrir todo lo que todavía se hacía fue un shock, y más shock fue tener conocimiento de que había gente que todavía hacía juegos para MSX.

¿Habías participado en comentarios de revistas o fanzines?

No. Como te decía en la respuesta anterior, los fanzines los descubrí cuando la mayoría ya habían desaparecido, y en revistas de la época comercial... pues la verdad es que nunca se me pasó por la cabeza mandar alguna pregunta o comentario. Lo único que hice fue escribir un artículo sobre el War in Middle Earth en MSX Area. En otras facetas sí que he participado, hablando sobre cine o música, pero en videojuegos fue la única experiencia que he tenido.

¿Cómo surgió la idea de montar tu propio canal en Youtube para comentar juegos de MSX y hacer guías?

Pues fue por dos motivos. El primero fue un hilo en un foro en el que se preguntaba algo así como: “¿pero alguien ha sido capaz de terminar un juego de 8 bits?”, ahondando en el estereotipo de la dificultad de estos ordenadores. Es cierto que hay unos cuantos juegos que son extremadamente difíciles, y algunos directamente imposibles, pero también es cierto que hay muchísimos muy asequibles. El segundo fue que cuando leí aquel hilo, yo ya seguía otros canales de partidas, de gente que terminaba juegos sin continuar. Confieso que al principio la idea de que alguien comentase cómo terminaba un juego me parecía una gilipollez, pero tras ver algunos canales en Youtube cambié de idea.

Entonces, entre aquel hilo y lo de haber visto ya otros canales, que eran prácticamente todos de arcade, pensé que podía predicar con el ejemplo y mostrar juegos de MSX que se podían terminar. Además, si existían canales de juegos arcade, ¿por qué no podría haber uno de MSX? En cierta manera sería una forma de dignificarlo, pese a que sabía que habría gente que le pareciese una pérdida de tiempo. Más de una vez, algunas personas me decían: “me gusta cómo comentas, pero los juegos que subes... uf”. Eso creo que es también un buen tema. Hay una brecha importante entre los que crecimos con los ordenadores de 8 bits y los que lo hicieron con consolas, aunque sean también de 8 bits, o con PCs. Es realmente complicado que muestren interés por un juego de ordenadores de 8 bits.

Eres uno de los youtubers más serios de la escena y de los pocos que vale la pena seguir. ¿Crees que hay mucha desinformación en las redes o afán de protagonismo?

Creo que la información sobre videojuegos, sobre todo los retro, no ha llegado a ser todo lo rigurosa que nos gustaría. Por eso hay informaciones erróneas que se propagan, e incluso aunque el propio autor lo acabe desmintiendo, suele ser demasiado tarde. Un ejemplo podría ser la información que incluso podemos encontrar en Wikipedia: “El primer juego de Kojima fue Penguin Adventure”, e incluso se le adjudica el puesto de asistente de dirección. Esto, como mínimo, es una exageración que el propio Kojima ya ha desmentido en más de una ocasión. La realidad es que Shogaki, el verdadero diseñador del juego, le pidió opinión a Kojima y este le dio un par de ideas, y esto nos parece suficiente como para decir que es “el juego de Kojima”, y mucho menos podemos decir que era “asistente de dirección”. Realmente, es una clásica y simple reunión de trabajo en una empresa grande de videojuegos, donde los distintos grupos comparten ideas y opiniones.

No es malo equivocarse, claro, lo malo es ahondar en el error y empecinarse, y eso sí que sobra y sí que he podido verlo en canales grandes de Youtube o cuentas de X de retro, que muchas veces no aceptan que le corrijan y llegan hasta a bloquear a quien lo hace. Es una lástima, porque la gente suele dar credibilidad según los seguidores que tienen. Falta mucho espíritu crítico.

Sobre afán de protagonismo, pues es algo que, nos guste o no, triunfa. La mayoría de las veces triunfa más un mensaje vacío pero bien adornado, que otro mensaje con mucha enjundia, pero transmitido de forma más seria. La estridencia vende. Lo que también digo es que no es incompatible hacer algo informativo y que a la vez le pongas muchas dosis de humor. Un buen ejemplo me parecen los postpodcasts de Cepeceros, con Chema y Mauri dando mucha información contrastada y poco conocida, y mezclándolo con mucho cachondeo.

Como digo, hay opciones que son serias y rigurosas con la información. Pero la realidad es que la gente prefiere el espectáculo. ¿Me gusta? No, pero es lo que hay.

Muchas gracias Rubén por atendernos, y esperamos poder disfrutar de tu canal muchos años más.